Historia de la Universidad VI by Unknown

autor:Unknown
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Estudios sobre sus orígenes, dinámicas y tendencias
editor: Editorial Pontificia Universidad Javeriana
publicado: 2015-01-29T00:00:00+00:00

Se respeta así la libre competencia de los establecimientos postsecundarios, a fin de alcanzar, uno, las mejores calidades institucionales posibles y, dos, el derecho a seleccionar el número y la calidad de los estudiantes. 495

En Estados Unidos, el criterio de selección se atenúa gracias al gran número y variedad de instituciones postsecundarias, oficiales y privadas. Por ser el [A.B.] accesible a muchísimos y tener el timbre de educación superior, con menores contratiempos y frustraciones no pocos abandonan o no abrigan el anhelo de continuar más alto hacia la maestría o el doctorado. Al menos en algunos Estados de la Unión, las instituciones oficiales aceptan a cuantos puedan y presenten la evidencia de resultados satisfactorios previos en los High Schools estatales. Los standards establecidos por las entidades privadas de evaluación y acreditación, acatados de buen grado por los aspirantes y las instituciones postsecundarias, hacen migrar la odiosidad propia de toda selección hacia situaciones y circunstancias de la vida social, donde toda responsabilidad se diluye. 496

En la URSS hubo criterios de selección para hacerlos efectivos con recurso a los resultados obtenidos por el estudiante en la educación secundaria y a los exámenes oficiales de ingreso a uno u otro tipo d e institución postsecundaria. El número admisible de peticiones y los criterios de calidad fueron fijados por la estricta planeación soviética de los recursos humanos. Después de todo, el Estado era el máximo, si no el único empleador. 497

El precedente inventario de los sistemas adoptados por las universidades para incorporar estudiantes, se refiere a quienes podríamos llamar estudiantes regulares en las diversas modalidades institucionales de un sistema postsecundario. Pero incrementada hoy la práctica de la educación permanente o no formal, las diferentes modalidades operativas de dicha evolución educativa han debido diseñar los más variados procedimientos de incorporación de alumnos no regulares, pues la educación permanente posee sus notas específicas de permanencia, apertura y muchas veces, a distancia, y más hoy con los despliegues internéticos y virtuales.

Resulta imposible e inoficioso ensayar revisiones sintéticas de todas las formas de incorporación concebidas por las universidades para responder a este doble reto y, si en algo, en este punto han debido ser muy creativas y flexibles por tratarse de una franca apertura a la sociedad, ansiosa de conocimientos y capacitación.

Siendo aún imprevisibles los rumbos de la educación permanente, los Estados y las legislaciones bien se han cuidado, en general, de pretensiones conducentes a reglamentar la incorporación de tan diversos tipos de estudiantes. 498 Ojalá que así siga siendo.

La participación estamentaria y social en el gobierno de la universidad

La participación –profesoral y estudiantil– tan estimulante y productiva del trajín científico o cogestión académica, con aceptables y juiciosas razones se pretende también en la regencia general de la universidad. Es el cogobierno o participación representativa, tan proclive al enfrentamiento de intereses y contraria a la prontitud, la seguridad y la eficacia de las decisiones, triple galardón hoy tan apreciado por los llamados ejecutivos y al cual aspiran los administradores universitarios, aun con el consecuente perjuicio para la prestancia académica.

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